No quiero perder. No quiero perderme. No quiero perderte.

jueves, 1 de marzo de 2012

Porque la quiero y no puedo hacerla feliz.

B: Cada vez que intento pasar página estas ahí, como si…
C: ¿Cómo si qué?
B: Como si quisieras que fue tan desgraciada como tú.
C: Yo jamás desearía eso. Quiero que seas muy feliz.
B: Pues entonces busca en el fondo de tu alma y dime si lo que sientes por mi es real o un juego nada más. Si es real saldremos adelante los dos juntos pero si no, por favor, déjame marchar…
C: Solo es un juego y no me gusta perder, eres libre

S: ¿Chuck por qué has hecho eso?
C: Porque la quiero y no puedo hacerla feliz.

¿Sabes qué te pasa conmigo? ¿No? Te lo voy a decir. Te acojona, te da pánico volver a querer a alguien, tienes miedo de volver a sentir algo tan fuerte como lo que una vez llegaste a sentir. Pasas de enamorarte porque lo que menos quieres es que te vuelvan a joder como ya lo hizo ella. Por eso actúas así conmigo. Pero no puedes evitarlo, porque te pongo, porque aunque no quieras sentir, tu corazón cada día te habla más de mí. Y tu erre que erre. Cuando parece que estamos a un paso de conseguirlo pasa algo que hace que volvamos diez pasos atrás. Y así estamos. Avanzando y retrocediendo. Llevamos 8 meses yendo y viniendo y al final siempre nos quedamos en el mismo sitio. Que si sí que si no. Y tú no te aclaras. Porque lo quieres todo. Me quieres a mí pero sin estar conmigo. Y las cosas no funcionan así. Que yo paso de los "ni contigo ni sin ti" sabes? porque yo lo quiero todo contigo y nada sin ti. Y lo único que consigues es marearme. Arriésgate cojones! Que sí, que lo más sencillo es tomar siempre el camino fácil. El de volverte un cabrón y buscar los besos de mil bocas distintas por los bares. El de tontear con todas y no sentir nada por ninguna. Pero a ti eso ya no te vale, porque aunque no me lo digas sé lo que hay. Y aunque a veces me hagas daño con tu pasotismo y con tus idas y tus vueltas, cada vez me vas necesitando un poquito más. Por mucho que te empeñes hay cosas que no se pueden evitar y tú, aunque sé que te gustaría, no vas a poder evitar quererme. ¿Sabes cuál es el problema? Que yo no voy a estar toda la vida esperándote, no porque no quiera, porque yo me muero por estar contigo, pero todos tenemos un límite y el mío no se si andará cerca o estará a años luz de rozarme el corazón. Así que yo que tú no tardaría mucho en decidir. Porque tienes que decidir. Los dos sabemos que no podemos estar mucho más así, estando pero sin estar. Si no me quieres contigo dilo. Cuanto antes mejor. Y si quieres, aunque dudes y tengas miedo, arriésgate. Porque tienes muchísimo que ganar y muy poco que perder. 
Tú eliges.